Se calcula que el 70% de los niños con cáncer desarrollarán secuelas con el paso de los años por el propio proceso oncológico que sufren y los agresivos tratamientos que reciben para combatirlo. Estas pueden ser psicológicas, físicas y/o cognitivas. Por eso, Aspanoa cuenta con un servicio cuyo objetivo es detectarlas y rehabilitarlas de forma precoz para que el niño tenga la mejor calidad de vida posible una vez superada la enfermedad. Una neuropsicóloga coordina el servicio, en el que está integrado psicología, trabajo social, fisio y musicoterapia.
En la primera fase, la neuropsicóloga realiza una serie de tests y cuestionarios para obtener una valoración completa del niño en distintos momentos: diagnóstico, finalización del tratamiento y años después de su conclusión. Se miden parámetros como la atención del paciente, su memoria, sus funciones ejecutivas o sus capacidades visomotoras y visoespaciales. Todo ello para valorar si la enfermedad y el tratamiento le han dejado secuelas cognitivas.
En la segunda fase, una vez realizada la valoración, se elabora un protocolo específico para cada niño para así intentar rehabilitar las capacidades que pueden haberse visto afectadas. En este punto pueden entrar otras áreas asistenciales de Aspanoa (fisioterapia, musicoterapia, psicología) y es fundamental el trabajo con los padres y los profesores del niño para que la rehabilitación sea lo más completa e integral posible.
NEUROPSICÓLOGA
Coral Peribáñez coordina el servicio de atención neuropsicológica en Aspanoa. Graduada en Psicología, Máster en Psicología General Sanitaria, Máster en Neuropsicología Clínica y Experta en psicoterapia con familias, niños y adolescentes. Actualmente, está cursando el Grado Universitario en Educación Infantil. Trabaja en Aspanoa desde 2019.